Un ganador piensa positivamente y jamás se victimiza frente a lo sucedido.
Incorporemos hábitos en nuestra vida que ocasionen claridad, dinamismo, tranquilidad y mucho agradecimiento y reflexión.
Crecer, aprendiendo y conociendo constantemente es enriquecedor.
Las personas nos trataran como nos ven y como nos sientan.
El cliente se olvidará de lo que le dijimos, pero jamás se olvidará de lo que le hicimos sentir.
Pretender atender las necesidades de los clientes sin antes haber atendido las nuestras es una incongruencia.
El vendedor transmite energía, entusiasmo, confiabilidad, positivismo y lo primero que vende es a el, luego la empresa a la que representa y luego sus productos y servicios.
Necesitamos líderes en las empresas, no más jefes mal ascendidos enfocados en solo el resultado, disfrutemos de la acción y dejemos de pensar y anhelar solo el resultado. Cuidado con la ansiedad y el olvidarnos de disfrutar.